Dios es nuestro Padre
Leer | EFESIOS 2.4-10
De los muchos nombres de Dios en la Biblia, uno es
especialmente consolador para mí en los momentos difíciles. ¡Qué maravilloso
privilegio tenemos de poder llamarlo nuestro Padre celestial!
Ahora bien, sé que en la cultura de hoy, las relaciones
familiares muchas veces no reflejan el corazón de Dios. Muchos padres son
distantes, desatentos o crueles con sus hijos. Si esta fue su experiencia,
puede resultarle difícil comprender el amor incondicional del Padre celestial.
Veamos lo que significa ser adoptados por Él y el privilegio de llamarle
“Padre”.
Primero, somos de Él. Encontramos mucha confianza y sentido
de valía en esta verdad, pues la conciencia de que le pertenecemos llena una
necesidad muy profunda que tenemos.
Segundo, nuestro Dios quiere relacionarse estrechamente con
nosotros. Debemos ser sinceros al orar, porque el Señor nos acepta tal como
somos. Por su amor, el Señor responde revelándose a sí mismo a nosotros de
muchas maneras, y da palabras de vida, de paz y de gozo a nuestros corazones.
Tercero, Cristo nos ha prometido su eterna presencia.
Después que fuimos salvos, nada puede separarnos de Él; ningún pecado es tan
grande, y ninguna maldad tan poderosa.
Por causa del pecado, merecíamos la separación de nuestro
Creador. Pero, por su gran amor, Dios nos redimió y adoptó en su familia. Ahora
somos sus hijos, y podemos gozarnos en su aceptación incondicional y en su
presencia eterna. No importa la clase de padre terrenal que hayamos tenido,
podemos contar con el cuidado de nuestro Padre celestial.
By Pastor Charles Stanley
By Pastor Charles Stanley
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