El éxito y el dinero
Leer | LUCAS 12.13-21
La creencia de que tener dinero equivale a tener éxito, es
un error generalizado. Éxito verdadero significa llegar a ser lo que Dios
quiere que uno sea, y hacer el trabajo que Él nos ha encomendado. Jesús dijo
que el hombre de Lucas 12 fue un necio, porque pasó su vida procurando tener
riquezas, pero no fue rico para con el Señor.
La actitud de idolatría por el dinero se revela por el deseo
insaciable de tener más. Así pues, siempre que la preocupación por el dinero
ocupa el primer lugar en nuestros pensamientos y comienza a dictar nuestras
metas y nuestros deseos, podemos saber que hemos sucumbido al pecado de la
avaricia. Angustiarse por el dinero es, en realidad, una señal de advertencia
de que no solo hemos puesto mal nuestras prioridades, sino también una falta de
confianza en Dios.
El dinero es muy importante para la vida, pero nunca debe
tomar un lugar más alto de lo que el Señor quiere. Todo le pertenece a Dios.
Nosotros somos simplemente mayordomos de todo lo que Él nos confía, y un día
daremos cuenta de cómo usamos lo que nos dio para administrar. Nuestra meta no
debe ser volvernos ricos, sino ser hallados fieles.
En su gran sabiduría, el Señor ha dispuesto un remedio para
nuestra tendencia a estimar demasiado al dinero. Ayudar a suplir las necesidades de los que nos rodean rompe las ataduras de la
codicia, nos enseña a confiar en el Señor y obedecerle, y es una oportunidad
por medio de la cual podemos acumular tesoros en el cielo.
Si su hambre por las riquezas de este mundo es más grande
que las riquezas de conocer a Dios, está subiendo por la escalera equivocada
del éxito.
La bendición de Dios sea sobre todos nosotros.
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